Jamás podré olvidar cuando en una tarde de un
martes de 1993, el Profesor Heraclio Zaraza, docente de Cs Sociales en el
pedagógico de Barquisimeto, reflexionaba sobre la profesión docente y nos
decía: " Nadie piense que siendo maestro o profesor se va hacer
rico".
Esa frase me impactó, me hizo sentir un
poco mal pero la emoción de los estudios universitarios eran más
grandes que cualquier palabra negativa que podía recibir. Total el profesor
Zaraza tenía su camioneta, nos decía que tenía una finquita y eso, era para mí
un entendido de que la cosa no era tan mala.
Pasando los años, en 1995 otro profesor:
Reinaldo Rojas, nos demostraba como la relación bolívar - dólar era cada
día más lejana y nos explicaba como el sueldo de un docente, para aquel
año, era notablemente inferior a 5 años atrás. En ese momento yo no
entendía la repercusión que iba a tener esa frase y esa
demostración matemática simple.
Pero ¿por qué digo todo esto? Recientemente un
colega me preguntaba que en cuánto creía yo que iba a ser el
aumento por discusión del contrato colectivo; yo le dije que posiblemente sea
un 70% integral, o sea uniendo todos los beneficios, pero que
al igual que en el otro contrato, el pago del aumento sería en 1
año y medio (30 %, 15% y 15% ). En ese momento se quedó callado un
instante, sus ojos apuntaron como al final de un túnel y tocándose la
barbilla exhaló y me dijo que tenías gana de irse a la fábrica de la Procter and Gamble, porque sentía que el dinero no le alcanzaba para
sus gastos y que si la cosa seguía así, se iba a descapitalizar, allá o en la Nestlé, un obrero
gana al menos 9 mil mensual, tienen seguro, médicos, le pagan su buena
plata cada año.
Yo le dije: “¿Sabías que el que estudia docencia no puede pensar en que se va a volver rico?”, el me dijo: “Es verdad, solo pido vivir sin
necesidades y tranquilo, sin tener que estar endeudándome, tener un carrito,
una casa, plata para mantener a mis 2
hijos y ya, ¿eso es ser rico?”
Y he aquí el detalle, a los docentes se nos hace ver que tener una casa propia,
un auto, dinero para los gastos básicos, entre otros, es malo, y nada más alejado de la realidad. La
docencia no puede ser la cenicienta de las profesiones, tampoco puede ser el dolor de cabeza del gobierno para ajustar
las cuentas. Cada vez que el presidente Chávez hablaba de este tema, yo
recuerdo que alababa la profesión docente, hacía referencia a sus
padres por ser maestros, pero a la hora de
los aumentos sentía que casi
el gobierno iba a la quiebra por
aumentarnos un 30%, y su actitud era la típica conducta del macho
latinoamericano con 8 hijos que en
diciembre tenía que darle el aguinaldo a sus hijos, casi llorando.
En este sentido los docentes
en vez de tener una sola voz en torno a este tema, lo que hacemos es pelearnos entre nosotros y sin tomar en cuenta que con eso solo se logra la balcanización de la
lucha docente, caemos en la estéril reyerta política como si de nosotros dependiera el futuro de la familia de políticos que hoy están haciendo
negocios, mientras nosotros, divididos, con pañuelos en los ojos, peleando
contra lo invisible.
Hoy
podemos decir que lo justo no es malo, que tener un buen sueldo no es malo, que
no es pecado desear una casa propia, que no soy oligarca por querer un auto
nuevo, que necesito dinero para
vestir a mi familia, para darle de comer bien a mis hijos, que me
gustaría ir una vacaciones a Margarita sin hipotecar mis quincenas, que estoy harto
de que nos chantajeen por los descuentos, que
no estoy errando por querer un buen
seguro, que no me siento culpable por decir que el IPASME no sirve, que es un
sepulcro blanqueado, que estamos hartos
de tanto jalabolismo de parte de docentes que están comiendo cable. En fin
quiero vivir como cualquier profesional graduado, sin más ni menos que los demás…..